El Tío Pepe
En pleno Barrio Chino, en la esquina de Independencia y Dolores número 26, está la cantina más vieja y con mayor tradición en el Centro histórico, Tío Pepe. Su decoración es un viaje al tiempo con sus dinteles dorados, gabinetes color vino y una larga barra carmesí, la cual tiene un trabajo de ebanistería impresionante, sólo superada por la de La Ópera.
Este espacio mantiene su tradición como cantina, un lugar para beber, convivir, jugar, pasar un buen momento y dialogar. Sus bebidas se hacen notar al ser preparadas por un cantinero sonriente y amable. El ambiente sin música ni televisión abre las puertas a la interacción de los asistentes y al sonido de sus risas.
Dentro de este recinto se reúne una gran variedad de personas, se pueden ver a grupos de jóvenes que comparten una copa, parejas conversando y personas adultas bebiendo, disfrutando la botana y jugando domino. Lo anterior muestra que esta cantina alberga una clientela más específica, donde los niños menores no se hacen notar. Debido a su esencia, hace unos años era conocida como la cantina de los viejitos, pues en su mayoría era esta la población recurrente.
El Tío Pepe no ha incorporado a sus servicios la comida, puesto que no consideran este aspecto como una prioridad para sus consumidores, sin embargo los trabajadores mencionan que sí delimita en gran manera el acercamiento a otro tipo de usuarios.
También debido a los normas de salud se prohibió el consumo de tabaco, lo cual repercutió de manera directa a la cantina, pues la mayoría de los asistentes recurrían a esta práctica como parte de la dinámica del lugar.
Al dialogar con unos de los asistentes más antiguos del lugar, nos comentaron que para ellos la cantina les permite salir de la atareada y ruidosa ciudad, para poder entablar una larga conversación y pasar un tiempo agradable.
El encargado del establecimiento nos mencionó que en este lugar se han filmado diversas películas y comerciales, por lo que este espacio guarda muchas historias que no aún no se han contado.